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Imágenes tabú

12/04/2013

La incorporación de imágenes tabús en el lenguaje cotidiano de los negocios produce un efecto poco habitual. Dulcifica el tabú mientras que, al mismo tiempo, hace que el mundo de las transacciones diarias sea más poroso, más abierto a lo prohibido. El lobo de apetito desenfrenado se infiltra en el uso diario debajo de la piel de borrego del lenguaje comercial.

Más aún, su inmersión en las imágenes prohibidas en el mundo en línea se produce en el ordenador de su casa, el mismo con el que paga sus facturas, escribe a sus amigos, busca información normal, compra un billete de avión o reserva una mesa en un restaurante. Todo, ya sea un tabú o algo común, ocurre en la misma pantalla. La frontera entre el deseo privado y el comportamiento público empieza a difuminarse. Revestido de una convención rutinaria, el impacto del tabú parece como la repetición de una serie televisiva: formulado en el lenguaje racional y racionalizado de los negocios, la exclusión, la distorsión y la desorientación en la Red pasan desapercibidas y sin escrutar.

Este espléndido café mezcla de lo prohibido y lo familiar es el invento de los «nuevos emprendedores» que han comercializado con éxito la idea de que el mercado ha acomodado gustosamente todos los valores humanos, desde el más cultural y creativo al más privado y antisocial. Si seguimos el ejemplo de la visión sin fricciones y el saturado lenguaje comercial de la cultura de la Red, se describe un mundo en el que los valores empresariales definen todas nuestras opciones.

Lee Siegel. El mundo a través de una pantalla. Ser humano en la era de la multitud digital / Against the Machine (2008).

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